domingo, 29 de junio de 2014

EL MILAGRO GRIEGO: ARISTÓTELES.



        “Piensa como piensan los sabios, mas habla como habla la gente sencilla”
                                                                      Aristóteles

     Nació en el 384 a.C. en Estagira, Macedonia. Falleció en el 322 a.C. en Calcis. Hijo de Nicómaco, un médico. A los 17 años viajó a Atenas para asistir a la Academia de Platón. Al fallecer éste, viajó a Assos, ciudad de Asia Menor en la que gobernaba su amigo Hermias, al que sirvió como asesor, casándose además con su sobrina e hija adoptiva, Pitia. Tras ser ejecutado Hermias por los persas en el 345 a.C., el estagirita se trasladó a Pella, capital de Macedonia, donde fue tutor del hijo menor del rey Filipo II, Alejandro, quien más tarde sería conocido como Alejandro Magno. En el 335 a.C., al acceder éste al trono volvió a Atenas y fundó su propia escuela: El Liceo, donde se alejó de las doctrinas de Platón. Resumió todo el saber de su época pero brilló especialmente en las ciencias naturales descriptivas. Fue autor de la primera clasificación de los animales, padre de la anatomía comparada y maestro de otros científicos, como el botánico Teofrasto, su sucesor en el Liceo. Rechazó la teoría atómica de Demócrito y sostuvo que la materia se origina en la mezcla de cuatro propiedades fundamentales: caliente, frío, húmedo y seco, que se combinan entre sí para dar lugar a los cuatro elementos o esencias: tierra, agua, aire y fuego, a los que añadió la quinta esencia o éter, que formaría los cuerpos celestes. Demostró por varios métodos la esfericidad de la Tierra y sostuvo que ésta está situada en el centro del universo. Fue el primero en clasificar las ciencias, que dividió en teóricas (matemáticas, física y metafísica), prácticas (ética, política y economía) y poéticas (poesía, retórica, etc.). En esta clasificación no se incluye la lógica, desarrollada por él, utilizando los principios de Parménides, pues es el instrumento para el estudio correcto de las otras. Inventó el silogismo, instrumento fundamental del pensamiento occidental. Escribió libros de divulgación, de los que sólo se conservan fragmentos, y otros de notas, para el círculo de sus iniciados, de los que quedan 47.

  Siguiendo la filosofía del venerable y temible Parménides, Aristóteles estructuró al ser en 10 categorías. Por un lado está la Substancia (el ser en sí) y por el otro los accidentes: Cantidad, Cualidad, Relción, Lugar, Tiempo, Posición, Posesión, Acción y Pasión.

    En relación con la vieja discusión del cambio, desde épocas de Heráclito y Parménides, Aristóteles entiende al cambio y al movimiento como el paso de lo que está en potencia a estar en acto.

  Según Aristóteles, la felicidad no puede encontrarse en los placeres porque nos hace depender de ellos, tampoco en los honores, porque éstos no dependen de nosotros, sino de los demás. En cuanto a quienes colocan la felicidad en el dinero, Aristóteles responde que el dinero no es el bien que buscamos, pues sólo es útil para otras cosas, es un medio, no un fin. Así llegó a la conclusión de que la felicidad sólo puede encontrarse en la virtud. Virtud significa excelencia, la perfección de la función propia de algo o alguien. La función del pianista reside en el arte de tocar el piano, y será virtuoso en el arte de tocarlo en la medida en que desempeñe tal función de manera excelente. Debemos preguntarnos en qué consiste la función propia del hombre como tal para poder determinar en qué estriba su virtud. El vivir es común a las plantas, y se busca lo propio del hombre. La vida sensitiva es común a los animales. Queda por último la razón. La virtud del hombre, por lo tanto, consistirá en la perfección en el uso de su función propia, la razón, en el desarrollo completo de su alma (o vida) racional. Es entonces el filósofo el que más o mejor se basta a sí mismo, y la vida de razón, la vida contemplativa, es la más feliz, y la sabiduría la virtud más alta. Pero Aristóteles tenía perfecta conciencia de que ningún hombre puede vivir una vida pura y exclusivamente contemplativa. Debido a las necesidades físicas, una vida puramente teorética es superior a la humana y sólo un ideal para el hombre. Dicho por Aristóteles:

   “No hay que dar oídos a quienes nos aconsejan, con pretexto de que somos hombres y mortales, que pensemos en las cosas humanas y mortales, sino que en cuanto nos sea posible hemos de inmortalizarnos y hacer todo lo que en nosotros esté para vivir según lo mejor que hay en nosotros”.

Otras conocidas frases de él son:

La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica”

“El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice”

“No se puede ser y no ser al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto”

“El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona”

“Lo que con mucho trabajo se adquiere, más se ama”.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario